Saltar al contenido

Una romántica historia contra la demencia en los ancianos

    demencia en ancianos

    Estamos seguros de que prácticamente todos los que estáis leyendo esto conocéis la película El Diario de Noa, la romántica historia de una pareja cuyo amor sobrevive al paso del tiempo. Si la habéis visto, la historia que os vamos a contar hoy os resultará muy familiar. Eso sí, con una diferencia muy importante con respecto a la película protagonizada por Ryan Gosling: aquella historia era ficción y esta, sin embargo, es una realidad tan pura que emociona. Esta es la historia de Jack y Phyllis Potter, una historia romántica contra la demencia en los ancianos.

    Su historia comenzó hace muchos años, más concretamente en un baile en plena Segunda Guerra Mundial. A pesar de que Phyllis era mayor (ella tenía 21 y él, dos años menos), eso no fue impedimento para que bailaran juntos. El flechazo fue instantáneo aquel 4 de octubre de 1941. Ahora bien, ¿cómo sabemos nosotros esta fecha con tanta exactitud? Fácil: la fecha aparece en el diario de Jack. “Ha sido una tarde fantástica. He bailado con una chica maravillosa. Espero verla de nuevo”, escribió aquella misma noche.

    Desde aquel día, Jack nunca ha dejado de registrar en sus diarios cada momento de su relación con Phyllis. Año y medio después de conocerse, la pareja se casó y Jack siguió escribiendo acerca de cada cita, cada broma, cada viaje e, incluso, cada conversación que tenían. Así, durante nada más y nada menos que siete décadas. Pero el paso del tiempo hizo mella en la salud de Phyllis, atacándola en forma de demencia. Después de estar toda una vida juntos, la pareja tuvo que separarse para que Phyllis recibiera el cuidado adecuado contra su demencia en una residencia de ancianos.

    Y la complicada situación no solo no ha deteriorado el amor de esta pareja o ha hecho que Jack sufra depresión, sino que ha hecho incluso más fuerte la relación. Ni el tiempo ni la distancia han mermado la relación. De hecho, Jack ha ideado incluso una original manera de plantarle cara a la demencia: visitando cada día a Phyllis con todos sus diarios, buscando cada recuerdo que ella pueda conservar en algún rincón de su memoria, además de llevar fotografías antiguas.

    Como expertos en el cuidado de ancianos en Madrid, esperamos que esta historia os haya gustado tanto y la hayáis disfrutado tanto como nosotros.

    También te puede interesar:

    El alzhéimer no puede borrar los recuerdos de la música.

    Etiquetas: